Todos tenemos la capacidad de canalizar, porque es una cualidad inherente al ser humano. El acto de canalizar es sencillo, sin embargo, hay personas que no consiguen canalizar, aunque lo intenten una y otra vez, lo que les produce una gran frustración. ¿Por qué los demás pueden y yo no? ¿Qué estoy haciendo mal?
Si este es tu caso, tal vez te encuentres en alguna de estas situaciones:
1. Has cerrado el corazón para no sufrir: Tras pasarlo mal, perder a un ser querido o experimentar un desengaño, decidiste que ya no ibas a sufrir más y te cerraste a la vida, consciente o inconscientemente. Al cerrar el corazón te apartas de sentir lo malo, pero también lo bueno, y así bloqueas sin querer tu capacidad de canalizar.
2. Tienes mucha actividad mental:
Cada vez que intentas meditar o canalizar, no paran tus pensamientos. Tu mente necesita expresarse, pero tú intentas acallarla una y otra vez. Mientras no te diga lo que quiere decirte, no te dejará canalizar.
3. Hay una emoción retenida en tu interior:
Algo que no quieres sentir, algo que niegas y reprimes, puede ser una energía que se estanque dentro de ti y que impida el flujo de la información que quiere darte tu guía, que probablemente querrá hablarte de eso. Resolver esa situación es prioritario para que la energía vuelva a fluir.
4. Hay un alma en tránsito cerca de ti:
La presencia de un alma en tránsito dificulta la conexión, porque su vibración influye en la tuya. Es importante identificar estos casos para resolverlos, porque las almas en tránsito inciden energéticamente en todas las áreas de la vida.
5. Estás atrapado en una creencia errónea:
Has magnificado la capacidad de canalizar. Esperas que sea algo extraordinario o admiras a los que canalizan, como si fueran seres especiales, pero la realidad es que todos lo somos, tú también, y que canalizar es muy fácil y humano. Es una de las capacidades naturales de nuestro cerebro.
6. Has dejado de confiar en ti:
Cuando la autoestima no es tu fuerte es habitual que te consideres incapaz de recibir por ti mism@ la información que te entrega tu guía. Hay personas que consideran que no merecen lo bueno de la vida, por un sentimiento de culpa que las aparta del disfrute y de la conexión.
7. No crees que los guías existan verdaderamente:
A pesar de que, sinceramente, te encantaría creerlo, una parte de ti lo niega. Llevas toda tu vida viviendo de espaldas a tu espiritualidad, y a tu mente le cuesta creer que el mundo de lo sutil sea real.
Si te encuentras en alguna de estas situaciones llámanos, porque podemos ayudarte a resolverlas. Tanto Víctor como yo llevamos años ayudando a personas a solucionar lo que les impide canalizar, con resultados extraordinarios. Al comprobar que tú también puedes canalizar, tu empoderamiento será inmediato. Luego, solo necesitarás constancia y práctica, para que tu capacidad de canalizar se desarrolle con toda su plenitud.